• ENVIOS GRATIS A TODA LA UNIÓN EUROPEA
  • MUESTRAS GRATIS
  • BOLSA DE REGALO
  • 10% DE DESCUENTO EN LA PRIMERA COMPRA

El cuidado de la piel como forma de amor propio

Cómo nuestro aspecto físico impacta nuestra vida social y psicológica.

Estamos programados biológicamente en ver y analizar en milisegundos detalles mínimos. Como puede ser un pelo limpio y cuidado, una piel hidratada, unas uñas aseadas, unos dientes limpios. Y no lo hacemos con frivolidad, sino dentro de un contexto de supervivencia. Ya que para nuestro cerebro estos aspectos descuidados son indicios de posible enfermedad. Pero también detectamos problemas de índole mental. Son estos indicios que hoy llamaríamos en parte “red flags”. Si además van acompañados de un carácter desagradable u otros indicios conductuales, tendemos a sentir rechazo. No se trata de discriminar porque dada la situación puede y debe ajustar su respuesta de manera respetuosa. Estamos hablando sobre lo que sentimos por dentro, la sensación inicial que nos provoca y es muy real.

El aspecto cuidado es una carta de presentación en sociedad y una manera rápida de crear vínculos sociales. No se trata de ser más bello, esbelto, delgado o musculoso, sino de un cuidado visible del pelo, de la piel y el cuerpo en general.

La higiene como variable importante en trastornos de ansiedad y cuadros de depresión.

Falta de cuidados corporales en personas con altos grados de dependencia. Ya sea por problemas de índole física como las enfermedades o de tipo psicológico. La salud mental y la higiene son aspectos que se retroalimentan. Cuando estamos mal de humor dejamos de cuidarnos. Y a la vez dejar de cuidarnos influye a que estemos de peor humor y más decaídos. Una buena higiene reduce él estés y la ansiedad. Con el simple hecho de asearse y llevar ropa limpia hace que mejore el estado de ánimo y la autoestima considerablemente.

La cosmética no arregla problemas.

La cosmética hoy en día se considera un aspecto frívolo o superficial. Por un lado, debido a las masivas intervenciones médicas de las celebridades. Hacen que los estándares de belleza sean cada vez más inalcanzables. Y, por otro lado, por la gran influencia de las redes sociales. Estamos bombardeados con imágenes editadas o idílicas de cuerpos, vidas y expectativas de cómo nuestro cuerpo y vida deberían ser.

El propósito de la cosmética no tendría que ser “arreglar” algo de nosotros. No se trata de cambiar algo que es parte de nosotros. Sino de tener una rutina donde unos minutos al día nos dedicamos a mimarnos, a nuestra piel y así a nuestra salud mental. También representa ese mantenimiento, una constancia en cómo nos cuidamos diariamente. No se trata de un ingrediente mágico, sino que cada día, poco a poco, hago algo para mí. Esto es lo que genera ese amor propio.


crosschevron-down